Cuando compramos un electrodoméstico de alta gama todos tenemos claro que arreglar compensa. Pero, ¿y con un electrodoméstico más barato? Arreglar es la opción más ecológica siempre y también debería de ser la más económica.
Poder recurrir a un servicio técnico Balay Barcelona para arreglar un frigorífico de esta marca es algo habitual y debería de serlo también para el resto de marcas. Y ya no lo piensan solo las personas más preocupadas por el planeta, sino que han comenzando a tomar conciencia los políticos y muchos fabricantes. Y eso se traduce en cambios muy importantes de cara a los próximos años, comenzando desde ahora.
Se acabó el usar y tirar
La moda de usar y tirar ha imperado durante las últimas décadas. Pero, más vale tarde que nunca, nos hemos dado cuenta del alto coste que esto tiene para el planeta. Es imposible reciclar y gestionar el gran número de residuos que generamos y, por eso, ahora todo apunta a una vuelta a la calidad y a los aparatos que pueden repararse.
¿Recuerdas a tus padres o abuelos contando que su primer frigorífico les duró veinte años? Pues tal vez tú puedas contar la misma historia, pero con el último modelo que te compres.
Obligación de contar con repuestos
Para conseguir que esto se haga realidad, lo primero son leyes que ya comienzan a aparecer y que obligan a los fabricantes de electrodomésticos a ofrecer repuestos durante un largo número de años que garanticen que se podrán realizar reparaciones.
Es política común en algunas marcas blancas o de bajo coste ofrecer repuestos solo durante unos pocos años. Al cabo de ese tiempo dejan de fabricar el modelo y no ofrecen piezas, por lo que si se sufre una avería es obligado cambiar de aparato. Ahora, esto ya no será así.
Accesibilidad para reparaciones
También será obligado que todos los aparatos puedan ser reparados, es decir, que se pueda acceder a su motor y a sus diferentes mecanismos. De esta manera, electrodomésticos cuya vida está siendo de entre cinco y ocho años actualmente, podrían llegar a multiplicar su existencia al poder repararse y tener repuestos para hacerlo.
Arreglar es la opción más ecológica y también es la más económica. Pero incluso si decides que quieres cambiar de modelo por el motivo que sea, tu viejo electrodoméstico podrá tener una segunda vida en otro hogar sin tener que ir directamente al punto limpio.
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