Con la proliferación de las tiendas online y las ventas en plataformas digitales, podemos encontrar en el mercado de internet un gran número de competidores que optan a que hagamos uso de su sistema de pago para la compra de nuestros productos o servicios más deseados. Esto, es una de las grandes ventajas de la venta online, pero al igual que la libre competencia y el gran número de proveedores que existen en la red benefician enormemente en los precios para los consumidores, también tiene un daño colateral: la garantía. Muchos de nosotros conocemos casos en que se ha comprado un producto en internet a un precio realmente bajo pero que, en un periodo de tiempo más o menos corto, se ha estropeado. En este caso, estando el producto en garantía, se han encontrado con casos en que el servicio de garantía ha sido pésimo y la reparación o sustitución de un producto fallido no se ha efectuado en las mejores condiciones. Esto es debido principalmente a que existen